Salud intestinal 

En el intestino humano la salud intestinal es asociada con la ausencia de enfermedades clínicas. En la cría de animales esta definición no se puede aplicar ya que el rendimiento de los animales puede ser afectado antes de tener algún signo clínico visible. La salud intestinal en realidad se refiere al estado de equilibrio en el intestino donde la mucosa, el alimento y la microflora son los componentes principales.

Los animales con un intestino sano se desempeñan mejor. Pueden metabolizar la energía proporcionada a través del alimento a la carne y no gastar energía en el manejo de las alteraciones del intestino. Si la salud intestinal está siendo perjudicada por una mala nutrición, bacterias o componentes tóxicos, los animales intentarán de restaurar la condición optima a través de una respuesta inmune, la cual requerirá de energía y nutrientes. Este mecanismo de defensa compite con la demanda de nutrientes del animal para su mantenimiento y crecimiento. Esto da como resultado pérdidas en la productividad; Un aumento de peso del 10% menor no es raro.

Al considerar la salud intestinal como parte del manejo general de la granja, el productor podrá lograr mejores resultados tanto técnicos como financieros. El enfoque es multidisciplinario y la prevención es tan importante como darle un apoyo extra en resolver problemas, que es aún más importante.

Por un lado, la prevención nos ayuda a eliminar las posibles fuentes de peligro pero también nos ayuda a construir un fuerte mecanismo de defensa. Es por ello que un ambiente limpio y balanceado más un buen sistema de higiene de agua para los animales son el primer aspecto a considerar para mantener un intestino saludable. Proporcionar suplementos nutricionales es un mecanismo de protección de segunda línea que busca mejorar la digestión, apoyar el sistema inmune y mantener un microbioma rico y diverso.