La acidificación del agua potable puede ayudar a mejorar la calidad del 'nutriente olvidado’. No solamente aumenta la calidad del agua potable reduciendo la carga bacteriana, sino que también puede resultar en un mejor rendimiento de los animales.
Al aplicar un producto con un solo ingrediente ácido orgánico al agua potable, el pH disminuye muy rápidamente y si la dosificación es demasiado elevada, el pH puede bajar demasiado causando un resultado negativo (menor ingesta de agua y con ello menor rendimiento). Por ello, elegir un producto con una formulación sinérgica de múltiples ácidos orgánicos resulta más favorable. Dichos ácidos orgánicos ofrecen un efecto amortiguador superior haciendo que el pH disminuya lentamente, tienen un mayor efecto antibacteriano, son más paleteables (sabrosos) y menos corrosivos en comparación con un solo ácido.